El sangrado por deficiencia de vitamina K (VKDB, por sus siglas en inglés) del recién nacido es un trastorno hemorrágico en los bebés. Se desarrolla con mayor frecuencia en los primeros días y semanas de vida.
Enfermedad hemorrágica del recién nacido (EHRN)
La falta de vitamina K puede causar sangrado grave en los bebés recién nacidos. La vitamina K desempeña una función importante en la coagulación de la sangre.
Los bebés a menudo tienen bajo nivel de vitamina K por varias razones. La vitamina K no se moviliza fácilmente a través de la placenta de la madre al bebé. En consecuencia, un recién nacido no tiene mucha vitamina K almacenada al nacer. Además, las bacterias que ayudan a producir la vitamina K no están presentes aún en el tracto gastrointestinal del recién nacido. Finalmente, no hay suficiente vitamina K en la leche materna.
Su bebé puede padecer esta afección si:
La afección se agrupa en tres categorías:
Cualquier persona de cualquier edad con los siguientes problemas relacionados con el sistema gastrointestinal también está en riesgo de desarrollar este trastorno:
La deficiencia de vitamina K causa sangrado. Las zonas de sangrado más comunes incluyen:
También puede presentarse:
Se realizarán pruebas de coagulación sanguínea.
El diagnóstico se puede confirmar si una inyección de vitamina K detiene el sangrado y el tiempo de coagulación de la sangre (TP o tiempo de protrombina) se normaliza rápidamente (dentro de 6 a 24 horas). (Si la deficiencia no es grave, es posible que el TP no sea anormal).
La vitamina K se administra si se presenta sangrado. Los bebés con sangrado intenso pueden necesitar transfusiones de plasma o de sangre.
El pronóstico tiende a ser peor para los bebés con enfermedad hemorrágica de aparición tardía que para otras formas. Hay una tasa más alta de sangrado dentro del cráneo (hemorragia intracraneal) asociada con la enfermedad de aparición tardía.
Las complicaciones pueden incluir:
Contacte a su proveedor de atención médica si su bebé tiene:
Busque atención médica de emergencia de inmediato si los síntomas son graves.
La forma de aparición temprana de la enfermedad se puede prevenir aplicando inyecciones de vitamina K a mujeres embarazadas que toman medicamentos anticonvulsivos. Para prevenir las formas clásica y tardía, la Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics) recomienda aplicarle a todos los bebés una inyección de vitamina K inmediatamente después de nacer. Gracias a esta práctica, la deficiencia de vitamina K es poco frecuente en la actualidad en los Estados Unidos, exceptuado a aquellos bebés que no han recibido dicha inyección.
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