Una colangiografía transhepática percutánea (CTHP) es un examen de rayos X de las vías biliares. Estas son los conductos que transportan la bilis desde el hígado hasta la vesícula biliar y el intestino delgado.
CTHP; Colangiograma - CTHP; CTP; DBP - drenaje biliar percutáneo; Colangiografía transhepática percutánea
El examen lo realiza un radiólogo de intervención en una sala de radiología.
Se le solicitará acostarse boca arriba sobre la mesa de rayos X. El proveedor limpiará la parte superior derecha y la zona media de su zona abdominal y luego aplicará un medicamento adormecedor.
Se usan rayos X y ultrasonidos para ayudar al proveedor de atención médica a localizar el hígado y las vías biliares. Se introduce luego una aguja larga, delgada y flexible a través de la piel en el hígado. El proveedor inyecta un tinte, llamado medio de contraste, en las vías biliares. El medio de contraste ayuda a resaltar ciertas zonas para que puedan ser vistas. Se toman más radiografías a medida que el tinte fluye a través de las vías biliares hacia el intestino delgado. Esto puede verse en un monitor de video.
Se le dará medicamento para calmarlo (sedación) mientras se realiza este procedimiento. En ocasiones muy poco frecuentes, usted puede recibir anestesia general, así usted estará dormido.
Infórmele a su proveedor si está embarazada o si tiene un trastorno hemorrágico.
Se le entregará una bata hospitalaria y se le solicitará quitarse todas las joyas.
Le solicitarán que no coma ni beba nada durante 6 horas antes del examen.
Coméntele a su proveedor si está tomando algún anticoagulante como warfarina (Coumadin), Plavix (clopidogrel), Pradaxa o Xarelto.
Sentirá un pinchazo cuando le administren la anestesia. Es posible que tenga algo de molestia cuando la aguja se introduce en el hígado. Recibirá sedantes del procedimiento.
Este examen puede ayudar a diagnosticar la causa de una obstrucción de las vías biliares.
La bilis es un líquido liberado por el hígado. Contiene colesterol, sales biliares y productos de desecho. Las sales biliares ayudan a su cuerpo a descomponer (digerir) las grasas. Una obstrucción de la vía biliar puede provocar ictericia (coloración amarilla de la piel), picazón de la piel o infección del hígado, la vesícula biliar o el páncreas.
Cuando se lleva a cabo, la CTHP es a menudo la primera parte de un proceso de dos pasos para aliviar o tratar una obstrucción.
El tamaño y la apariencia de las vías biliares son normales para la edad de la persona.
Los resultados pueden mostrar que los conductos se agrandan. Esto puede significar que los conductos están bloqueados al menos parcialmente. La obstrucción puede ser causada por cicatrización o piedras. También puede indicar cáncer en las vías biliares, el hígado, el páncreas o la vesícula biliar.
Hay una probabilidad de reacción alérgica al medio de contraste (yodo). También hay un pequeño riesgo de:
La mayoría de las veces, este examen se hace después de haber realizado la prueba de colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE). El CTHP se puede hacer si una prueba de CPRE no se puede realizar o no ha logrado eliminar la obstrucción.
Una colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM) es otro método no invasivo de imágenes, basado en la resonancia magnética (RM). También ofrece vistas a los conductos biliares, pero no siempre es posible hacer este examen. Además, la CPRM no puede ser utilizada para tratar la obstrucción.
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