La artritis reumatoidea (AR) es una enfermedad que lleva a la inflamación de las articulaciones y tejidos circundantes. Es una enfermedad prolongada. También puede afectar otros órganos.
AR; Artritis reumatoide
La causa de la AR no se conoce. Se trata de una enfermedad autoinmunitaria. Esto significa que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al tejido sano.
La AR se puede presentar a cualquier edad, pero es más común en la mediana edad. Las mujeres tienen AR con mayor frecuencia que los hombres.
La infección, los genes y los cambios hormonales pueden estar vinculados a la enfermedad. El tabaquismo también puede estar asociado con la AR.
Es mucho menos común que la osteoartritis (OA). La OA es una afección que sucede en muchas personas debido al desgaste en las articulaciones a medida que se envejece.
La mayoría de las veces, la AR afecta las articulaciones en ambos lados del cuerpo por igual. Los dedos de las manos, las muñecas, las rodillas, los pies, los codos, los tobillos, la cadera y los hombros son los que resultan afectados con mayor frecuencia. La parte inferior de la columna generalmente no se ve afectada por la AR.
La enfermedad a menudo comienza de manera lenta. Los síntomas iniciales pueden incluir
Los síntomas articulares pueden incluir:
Otros síntomas incluyen:
El diagnóstico de AR se realiza cuando:
En ocasiones, el diagnóstico de AR se realiza aunque no se presenten las condiciones anteriores, si la artritis es típica para AR.
No hay un examen que pueda determinar con certeza si usted tiene o no AR. La mayoría de las personas con AR tendrán algunos resultados anormales en exámenes. Sin embargo, algunas personas tendrán resultados normales en todos los exámenes.
Dos pruebas de laboratorio que a menudo resultan positivas en la mayoría de las personas y que ayudan en el diagnóstico son:
Estas pruebas resultan positivas en la mayoría de los pacientes con AR. La prueba de anticuerpos anti-PCC es más específica para la AR.
Otros exámenes que se pueden hacer incluyen:
En la mayoría de los casos, la AR requiere tratamiento por largo tiempo a cargo de un experto en artritis llamado reumatólogo. El tratamiento incluye:
El tratamiento oportuno para la AR con medicamentos denominados fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARMA) debe ser usado en todos los pacientes. Estos hacen más lenta la destrucción de las articulaciones y previenen las deformidades. Se debe evaluar la actividad de la AR con frecuencia para asegurarse que la enfermedad está controlada. El objetivo del tratamiento es detener el progreso de la AR.
MEDICAMENTOS
Medicamentos antiinflamatorios: estos incluyen al ácido acetilsalicílico (aspirin) y antiinflamatorios no esteroides (AINES) como el ibuprofeno, naproxeno y celecoxib.
Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARMA): estos a menudo son los primeros fármacos que se prueban en personas con AR. Se recetan además del reposo, los ejercicios de fortalecimiento y los fármacos antinflamatorios.
Corticosteroides -- Estos medicamentos funcionan bien para reducir la hinchazón e inflamación articular, pero pueden tener efectos secundarios a largo plazo y no previenen el daño a las articulaciones si se usan solos. Por lo tanto, se deben tomar solo por un corto tiempo y en dosis bajas cuando sea posible.
Agentes biológicos FARMA: estos medicamentos están diseñados para afectar partes del sistema inmunitario que juegan un papel en el proceso patológico de la AR.
Los agentes biológicos y sintéticos pueden ser muy útiles en el tratamiento de la AR. Sin embargo, las personas que toman estos fármacos deben ser vigiladas muy de cerca debido a reacciones adversas poco comunes, pero serias:
CIRUGÍA
Se puede necesitar cirugía para corregir las articulaciones que sufrieron daño grave. La cirugía puede incluir:
FISIOTERAPIA
Los ejercicios de rango o amplitud de movimiento y los programas indicados por un fisioterapeuta pueden retardar la pérdida de la función articular y ayudar a mantener los músculos fuertes.
Algunas veces, los terapeutas usarán máquinas especiales para aplicar calor profundo o estimulación eléctrica para reducir el dolor y mejorar la movilidad articular.
Otras terapias que pueden ayudar a aliviar el dolor articular incluyen:
NUTRICIÓN
Algunas personas con AR pueden tener intolerancia o alergias a determinados alimentos. Se recomienda una dieta nutritiva y equilibrada. Puede ayudar el hecho de consumir alimentos ricos en aceites de pescado (ácidos grasos omega-3). Es necesario suspender el tabaquismo. El consumo excesivo de alcohol también debe evitarse.
Puede obtener más información y apoyo para las personas con artritis reumatoidea y sus familias al participar en un grupo de apoyo.
Algunas personas pueden beneficiarse del hecho de tomar parte en un grupo de apoyo para artritis.
El avance de su AR depende de la gravedad de sus síntomas y de su respuesta al tratamiento. Es importante empezar el tratamiento lo más pronto posible. Las visitas de seguimiento regulares con un reumatólogo son necesarias para ajustar el tratamiento.
Sin tratamiento apropiado, las articulaciones pueden dañarse de manera permanente. El tratamiento oportuno con la combinación de tres medicamentos FARMA conocida como "terapia triple", o bien con medicamentos biológicos o sintéticos dirigidos puede prevenir el dolor y el daño articular.
Si no se trata adecuadamente, la AR puede afectar a casi cualquier parte del cuerpo. Las complicaciones pueden incluir:
Sin embargo, estas complicaciones pueden evitarse con el tratamiento adecuado. Los tratamientos para la AR también pueden causar efectos secundarios graves. Consulte a su proveedor respecto a los posibles efectos secundarios del tratamiento y qué hacer si se presentan.
Comuníquese con su proveedor si piensa que tiene síntomas de artritis reumatoidea.
No existe una forma de prevención conocida. Fumar cigarrillos parece empeorar la AR, así que es importante evitar el tabaco. El tratamiento apropiado y oportuno puede ayudar a prevenir un daño mayor a las articulaciones.
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